Psicólogo en Mallorca

La grandiosa magia del fútbol

Viendo el volcán de euforia y fraternidad de la noche de gloria que estalló con el histórico 4-0 de la selección española que marcó el no menos histórico «triplete», un psicólogo no puede resistir la tentación de analizar qué magia hay en ese fenómeno.
Un fenómeno que alegró a los más tristes corazones, que hizo gritar «España» a más de un independentista, inundando de sentido de hermandad a miles de eufóricos palmesanos que pasearon hasta la madrugada del lunes tocando bocinas y agitando banderas españolas.

Otro fenómeno similar: Gran Bretaña, en medio de una crisis que está haciendo a los ingleses más y más pobres, la corona británica realiza estos días una exhibición llamada Diamonds: A Jubilee Celebration. En ella se exponen las fabulosas joyas y diamantes de incalculable valor que constituyen una muestra de riqueza de la monarquía.
¿Por qué? ¿Por qué podemos sentir que «ganamos» cuando otros meten un gol? ¿Por qué pueden los británicos de a pie, sentirse orgullosos de una riqueza a la que no tienen acceso?
Es interesante observar la reacción apasionada de los padres que observan a un niño en una competición deportiva. ¿Por qué sienten que son «ellos» los que ganan o pierden?
La clave es lo que los psicólogos llamamos «identificación». O sea, un fenómeno por el que el eje de la propia identidad y el deseo del propio bien, se desplaza fuera del propio yo y se deposita a una persona, entidad o cosa que pasa a representarlo.
Además, tal como Freud lo describió en su célebre Psicología de las masas, esa identificación está en juego en la cohesión, hermanamiento y manejo de un grupo humano.

Decir que esto es lo que subyace en el funcionamiento del fútbol, la monarquía o cualquier emblema social, no supone juicio de valor. No dice si es malo o bueno. O por lo menos no toca a los psicólogos decidir sobre la validez del uso político o social de los fenómenos psíquicos. Pero es apasionante entender este poderoso fenómeno que, por formar parte, se nos vuelve invisible.
En la psicología clínica es habitual motivo de consulta la amplia gama de síntomas que se agrupan en torno a los trastornos de identidad y autoestima y que tienen origen en la forma más o menos exitosa en que un individuo logra resolver estas cuestiones. Pero eso ya es harina de otro costal…

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