De perdidos al río
Este dicho popular condensa dos sentimientos contradictorios: el reconocimiento de un estar mal y pese a ello, o gracias a ello, la liberación para la iniciativa. A continuación una reflexión sobre el aspecto psicológico de la crisis actual.
Hay una situación objetiva que se hace presente cotidianamente por distintos canales. Las noticias trepidantes de los indicadores económicos, prima de riesgo, IBEX, cifra de paro, caída de consumo, recesión… y el efecto reverberante de las conversaciones.
Para muchos, se suma un descenso de calidad de vida. A veces dramático, como la pérdida de trabajo o el envilecimiento de las condiciones ya sea por disminución de la retribución, por aumento de las horas, pérdida de beneficios o, lo que es frecuente, todo junto.
Más allá de cuan afectado esté cada uno, hay unmalestar general que va desde una vaga sensación de incertidumbre y miedo, hasta vivencias de pánico.
Para la psicología clínica el objetivo es optimizar la posibilidad de disfrute pese a las dificultades reales o, dicho de otra modo, minimizar el daño emocional de una adversidad.
Es muy difícil desarrollar un proyecto de vida sin una creencia engañosa: la completitud.
La ilusión de completitud tiene 2 dimensiones: que un objeto sea todo y que ese todo sea para siempre.
Lo primero se basa en el mecanismo de la idealización. Por ejemplo, el enamoramiento en el que se escamotea o niega cualquier rasgo de la persona amada, aún a costa de desoír la percepción de evidentes fallos.
Lo segundo es el supuesto de que si se logra algo suficientemente bueno, quedurará para siempre. Está en la base del consumismo que hace que lleve a la compulsión de volver a comprar una y otra vez cuando el objeto dejó de colmar. Por ejemplo, un coche nuevo, con su olorcillo y su brillo… en unos años será un trasto viejo. O la obsesión por la salud. La buena alimentación y el ejercicio no evitan la declinación de la vejez.
La ambición y creencia en lograr lo completo, absoluto y eterno animó a los faraones a construir las pirámides, a Walt Disney a hacerse congelar a la espera de ser resucitado por la ciencia, a ambiciosos millonarios a construir mansiones inútiles y grotescas. Y no hay caso… nadie nunca ha conseguido lograr lo absoluto, ni mucho menos, hacerlo durar eternamente.
Nuestra misma vida, nuestra capacidad física es algo fugaz.
Entonces, he aquí una estrategia para con este enemigo, “la crisis”, que se ha instalado entre nosotros.
Además de los problemas objetivos y concretos, que no son objeto de este análisis, está el plus de padecimiento por una sensaciónde vacío y la amenaza de la incertidumbre del futuro.
Pero si resulta que, como dijo el escritor DoménicoCieri Estrada “Todo es prestado en este mundo, incluido uno mismo” este enemigo, a estado siempre aquí!Diría que aprender a vivir con una dosis de incertidumbre e incompletitud puede preservar mucho el bienestar psíquico.
La conciencia de esta realidad no tiene porqué desembocar en el desaliento ni el la tristeza. Por el contrario, es posible amar la vida asumiendo lo imposible. El poeta francés Paul Eluard dijo “el amor es como un guijarro que sonríe al sol”
La sabiduría de un anciano sembrando un árbol sabiendo que no hay ni todo ni para siempre es un buen ejemplo… Y ya lo dijo Napoléon “cuando no puedas vencer al enemigo, únete a él”.