El boom turístico y las angustias de Alicia
Es notorio el flujo de comentarios contradictorios sobre el “éxito” de la temporada turística en Mallorca. Mientras los empresarios ligados al monocultivo de esta isla, léase el turismo, celebran niveles de ocupación sin precedentes, otros ciudadanos claman por la saturación que producen los millones de visitantes. Incluso existe un debate político sobre la necesidad de poner límites. Quien iba a decirlo, décadas tratando de fomentar el turismo y de pronto se vuelve una maldición. Es lo que se llama “morir de éxito”.
Toda conducta humana es expresión de complejos mecanismos psicológicos que infiltran áreas aparentemente alejadas entre sí. El mecanismo aquí implicado es de los más sorprendentes de la vida psíquica. Se trata del carácter inestable y efímero del valor y significado de los objetos que pueblan el universo de la realidad de un individuo o una sociedad.
Ferdinand de Saussure en su tratado sobre lingüística, enfatiza la diferencia entre lo que llama “significantes” es decir palabras, personas o cosas y “significados” que son los sentimientos, valores o atributos que damos a esos significantes. Él afirma que significados y significantes no están soldados rígidamente ni de un modo permanente entre sí, sino que pueden deslizarse y transformarse.
Concretamente, el turismo parece transformarse, según unos u otros, de maná milagroso a plaga bíblica. Extrapolando a un ejemplo del campo de la psicología clínica, un porcentaje abrumador de las consultas de pareja son a causa del malestar que causa la desvitalización de la curiosidad, la complicidad y el placer debido a de la mutación del significado que un miembro tiene para el otro. En el estudio de la historia de una relación suele descubrirse que la persona amada, valorada e incluso idealizada ha sufrido una transformación dramática a lo largo de un tiempo hasta transformarse en una obligación más de las rutinas diarias. A su vez esto da lugar a un círculo vicioso de demandas, y reproches culpabilizantes que bloquean más aun la falta de deseo.
El trabajo terapéutico se orienta en estos casos en detectar las causas de esa mutación, para desactivarla y poder recuperar significados perdidos. Aunque sea una extrapolación, podría decirse que quienes proponen buscar formas de turismo sostenible sin renunciar a esa fuente de riqueza, intentan salvar el significado positivo inicial.
Mostrar más ejemplos de esta fragilidad de los significados excede el espacio de esta nota pero es tan importante y universal que el genial Lewis Carroll lo plasmó en el libro Alicia en el país de las maravillas. Según se mire ese cuento onírico, desopilante y rico en valores simbólicos, es una auténtica historia de terror. Alicia entra en un universo en que todo cambia rápidamente de significado. Ella misma, en la escena en que se vuelve gigantesca o diminuta ve cambiada su propia identidad. Por ello es extraordinario el diálogo con el gato de Cheshire.
¿Podrías decirme, por favor, que camino debo seguir para salir de aquí?
Depende mucho del lugar a que quieras llegar.
No me importa mucho el lugar.
Entonces tampoco importa mucho el camino que tomes.