Cuando una pareja tiene un hijo se abre un campo de complejas interacciones y conflictos totalmente nuevo. De hecho se genera un nuevo universo cultural que puede llamarse micro-cultura. La paternidad y maternidad, las vicisitudes del desarrollo emocional, intelectual y motriz de los niños. Las alianzas, celos y exclusiones. La identidad y las identificaciones. Los juegos de poder.